
Una rutina que siempre recomiendo cuando todo se siente enredado por dentro.
Hay días en los que me siento con una paciente frente a frente y lo primero que me dice es:
“Siento que quiero muchas cosas, pero no sé por dónde empezar… ni si de verdad puedo tenerlas.”
Y la entiendo. Porque a veces queremos avanzar, pero por dentro hay ruido, contradicciones, y una vocecita que nos sabotea sin que nos demos cuenta.
En psicología hablamos de coherencia emocional, y aunque suene complejo, en realidad se trata de algo muy simple:
que lo que piensas, sientes y haces hablen el mismo idioma.
¿Por qué esto es tan importante?
Porque si por fuera dices “Quiero una relación sana” pero por dentro sientes que no la mereces… algo se va a trabar.
Porque si deseas un nuevo trabajo, pero sigues actuando desde el miedo al cambio… difícilmente vas a avanzar.
Y esto no lo digo solo como psicóloga. Lo he visto en consulta una y otra vez: cuando hay coherencia interna, las decisiones se vuelven más claras, las emociones se calman y la energía se ordena.
Una rutina simple que comparto con frecuencia
No necesitas una hora al día ni una agenda sofisticada. Esta rutina la recomiendo con frecuencia, y quienes la han probado me han dicho cosas como:
“Me siento más en paz”,
“Ya no empiezo el día corriendo”,
“Estoy más clara en lo que quiero”.
Aquí te la dejo, paso a paso, pero con la libertad de adaptarla a ti:
🌅 Al despertar: Pregúntate cómo estás
Antes del teléfono, de los niños, del café…
Haz una pausa y pregúntate: “¿Qué estoy sintiendo esta mañana?”
No lo juzgues. Solo dátelo.
A veces empezamos el día con una emoción que no reconocemos… y se queda ahí, saboteando todo.
✍️ Un minuto de intención
En una nota, en tu mente o mientras te cepillas:
“Hoy elijo vivir desde la calma / la confianza / el amor.”
Nombrar una intención le da dirección a tu energía.
Y eso, créeme, cambia cosas.
📓 Mini journaling (muy mini)
Solo responde esto:
- ¿Qué puedo hacer hoy para estar bien?
- ¿Qué puedo hacer hoy para acercarme a mi meta?
No se trata de controlar. Se trata de recordar tu poder sin exigencia.
🌬️ Pausa consciente en el día
Tres minutos. Respirar. Cerrar los ojos. Sentir tu cuerpo.
Lo hago entre sesiones, y siempre vuelvo más centrada.
No se trata de meditar. Se trata de volver a ti, cuando vuelves a ti y siente tu cuerpo, estás en el presente, dese alli elijes con consciencia
🌙 Al cerrar el día: una última pregunta
“¿Fui coherente hoy?”
¿Sentí lo que necesitaba? ¿Actué desde lo que quería?
No para castigarte, sino para aprenderte.
Porque la coherencia no se exige. Se construye.
Lo que veo en consulta cuando alguien empieza este tipo de rutina…
Es como si su energía se organizara por dentro.
Aparece más claridad, más paz… y sí, más manifestación real de lo que desean. Porque cuando lo interno se alinea, lo externo responde.
Si llegaste hasta aquí, quiero decirte esto:
✨ No necesitas hacerlo perfecto. Solo necesitas hacerlo honesto.
Tu cuerpo y tu mente ya saben lo que necesitan. Solo tienes que darte el espacio para escucharlos.
📩 ¿Te gustaría que te acompañe a crear una rutina que se adapte a ti y a lo que estás viviendo?
Puedes escribirme y lo exploramos juntos, sin presiones.